Quizás en tu agenda personal no tengas una cita con Prada,
CH, Loewe, Rabat..., Pero el día 7 de septiembre, podía pasar cualquier
cosa . Disfrutar de un gintonic mientras bailabas la música más actual rodeada
de bolsos de Loewe ¡Era un sueño deluxe! Discotecas improvisadas donde era
posible encontrarse a la hija de Carolina Herrera o disfrutar de una copa de
cava hablando con uno de los mejores estilistas de la ciudad.
Durante la Vogue Fashion Nigth Out , la Milla de
Oro se convirtió en una pasarela donde los photocool adquirían todo el
protagonismo. Las urban girls no dudaron en sentirse como las chicas de Sexo en
New York y buscaron en sus armarios los looks más atrevidos y sofisticados para
asistir a una de las citas más importantes del año.
Las colas para entrar a las tiendas eran interminables,
pero merecía la pena. A les cocottes nos gustó mucho la experiencia de entrar
en Prada, una de nuestras marcas fetiche,
y mientras tomábamos una copa de cava pudimos disfrutar de un rato muy agradable. Las dependientas eran una imagen
perfecta de las pin up con el pelo muy
oscuro, pestañas XXL y labios rouge intenso.

Una noche a la que no le veíamos fin , por eso una de
nuestras frases estrella de la noche fue: ¡Otro mojito por favor!